Aprovechando las fiestas Pascueras y que los niños no tienen clase, siempre me gusta hacer un taller dedicado a los niños, aunque esta vez quería que fuera algo especial y podían venir un adulto acompañando al niño. Es algo que me reclaman muchas mamis ( bueno mamás, papás, tias, amigas, primas…), el poder venir con los peques para hacer manualidades juntos.
Me parece una idea fantástica porque tienen que ponerse de acuerdo en qué papel elegir y qué decoraciones poner. El adulto ayuda y colabora en las tareas más difíciles, pero quiero que sea el niño el que lleve la voz cantante, que si quiere poner verde en lugar de azul, lo pueda hacer…. aunque no coordine con su habitación, jajajaja. ¡gran dilema!
Los niños lo pasaron en grande, sólo hay que ver las mesas, llenas de pintura, flores, washis, cuerdas, botones….
Cada niño decoró su letra como más le gustaba, con el color que quiso y el papel que el mismo eligió, así que el éxito estaba asegurado… además de pasar una jornada de complicidad con su acompañante mas adulto.
Una gran experiencia que sin duda volveremos a repetir.